martes, 7 de septiembre de 2010

Unidad V historia Universal

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL "SIMÓN RODRÍGUEZ"
NÚCLEO - ARAURE
Septiembre - 2010





Director:
Arturo Jimenez
Subdirector academico:
Mireya Izaguirre 
Fascilitador:
Jaime Rodríguez.
Curso:
Historia Universal.
Sección:
"B"
Participantes:
Evelyn Carmona   C.I. Nº 12.858.634
Maria Rodríguez   C.I. Nº 17.277.007
Jebmy Lugo          C.I. Nº  20.390455
Albanis Martinez.  C.I. Nº 19.171.259


Durante el siglo XX se ha caracterizado por los avances tecnologicos, la medicina y la ciencia en general, pero tambien por atrocidades humanas, tales como las guerras, el genocidio, sin que hayan resuelto las diferencias economicas, politicas y sociales entre los paises. en los ultimos años del siglo XX, especificamente a partir de 1989-1991, con el derrumbe de los regimenes colectivistas de Europa, comenzo con el llamado fenomeno de globalizacion o mundializacion.

 
Consolidacion y crisis de las estructuras históricas: Siglo XX

Primera Guerra Mundial:
Fecha 28 de julio de 1914 - 11 de noviembre de 1918
Causas Asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria (28 de junio), declaración de guerra austríaca a Serbia (28 de julio) y movilización rusa contra Austria-Hungría (29 de julio).
Lugar Europa, África y Medio Oriente (brevemente en China y las islas del Océano Pacífico)
Resultado Victoria aliada
Cambios territoriales Disolución de los imperios Alemán, Austrohúngaro, Otomano y Ruso.

De izquierda a derecha: trincheras en el Frente Occidental; biplanos alemanes Albatros D.III; ametralladora Vickers equipado con una máscara antigás; tanque británico Mark IV cruzando una trinchera; hundimiento del Acorazado HMS Irresistible de la Real Marina Británica en los Dardanelos

La Primera Guerra Mundial o Gran Guerra fue un conflicto armado que tuvo lugar entre 1914 y 1918, y que produjo más de 10 millones de bajas. Más de 60 millones de soldados europeos fueron movilizados desde 1914 hasta 1918. Originado en Europa por la rivalidad entre las potencias imperialistas, se transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta. Fue en su momento el conflicto más sangriento de la historia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra solía llamarse la Gran Guerra o la Guerra de Guerras. Fue la segunda guerra más dañina de la historia tras la Segunda Guerra Mundial.
La guerra comenzó como un enfrentamiento entre el Imperio austrohúngaro y Serbia. Rusia se unió al conflicto, pues se consideraba protectora de los países eslavos y deseaba socavar la posición de Austria-Hungría en los Balcanes. Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de 1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a Rusia con la guerra, obligada por un pacto secreto contraído con la monarquía de los Habsburgo, y Francia se movilizó para apoyar a su aliada. Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados»: Francia, el Reino Unido, Rusia, Serbia, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados Unidos (desde 1917), así como Italia, que había abandonado la Triple Alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales», integrada por los imperios Austrohúngaro, Alemán y Otomano, acompañados por Bulgaria.
No obstante, las causas profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX, concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en Europa desde 1871, año en el que fue fundado el II Imperio Alemán, y este Estado emergió como una gran potencia.
Se puede decir entonces que el origen de la primera contienda mundial debe buscarse en la existencia de dos grandes bloques antagónicos: la Triple Alianza (Alemania, Imperio austro-húngaro e Italia) y la Triple Entente (Francia, Gran Bretaña y Rusia), aunque su causa inmediata fue el asesinato en Sarajevo del archiduque Francisco Fernando de Austria el 28 de junio de 1914. Viena, que consideraba con recelo el engrandecimiento de Servia, se apresuró a culparla del magnicidio y exigió satisfacciones como preámbulo de su declaración de guerra el 28 de julio. Rusia, erigida en campeona de los países eslavos frente a Austria, proclamó la movilización general, mientras Alemania, que había dado seguridades a su aliada para una ayuda total en caso de conflicto con Rusia, envió un ultimátum a este país, y otro a Francia como advertencia y más tarde la declaración de guerra a ambos países.

Por su parte, Inglaterra, que vacilaba en comprometerse con sus aliados, reaccionó al exigir Alemania a Bélgica paso libre para sus tropas.
Lucharon 65,8 millones de soldados, de los que murieron más de 1 de cada 8, un promedio de 6.046 hombres muertos cada día de los cuatro años que duró. A consecuencia de esta guerra cayeron cuatro imperios -el alemán, el austrohúngaro, el ruso y el otomano- y tres grandes dinastías, los Hohenzollern, los Habsburgo y los Romanov. Se calcula que la guerra produjo aproximadamente ocho millones de muertos y seis millones de inválidos. Francia fue el país más afectado proporcionalmente: 1,4 millones de muertos y desaparecidos, equivalentes a un 10% de la población activa masculina, acompañado por un déficit de nacimientos. El estancamiento demográfico francés se prolongó, con un envejecimiento de la población que sólo logró crecer con la inmigración. El norte francés estaba en ruinas: casas, puentes, vías férreas, fábricas, etc.

CONSECUENCIAS POLÍTICAS:
En el plano político, cuatro imperios autoritarios se derrumbaron, lo que transformó profundamente el mapa de Europa, rediseñado por el tratado de paz de 1919:

• el Imperio del zar quedó transformado en la Rusia comunista (más tarde la URSS),
• el Imperio Otomano se redujo a Turquía (península de Anatolia y Constantinopla),
• el Imperio Austrohúngaro fue desmantelado y nacieron las minúsculas Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia como nuevos países independientes,
• el Imperio alemán llegó a su fin y fue reemplazado por la República de Weimar, mermada territorial y económicamente por el pago de las reparaciones de guerra
Los cuatro imperios existentes antes del final del conflicto (Austria-Hungría, Alemania, Turquía y Rusia) desaparecieron con sus correspondientes casas reinantes, dando lugar a repúblicas. La revolución bolchevique, acaecida durante guerra, marcaría un hito en la historia de la humanidad por ser la primera que dio como resultado el nacimiento de un estado comunista, que jugaría un papel determinante en la historia del siglo XX.El final de la guerra mostró la imposibilidad por parte de Europa de poder controlar por si sola las relaciones internacionales de una forma pacifica. Por otra parte, EEUU se convirtió en el líder de la posguerra y su presidente Wilson formuló los catorce puntos para una paz justa en 1918. Se firmaron cinco tratados de paz los cuales ponían fin a la guerra, el mas importante con Alemania el Tratado de Versalles. Se firmaron otros con Austria, Bulgaria, Hungría y Turquía. Al conjunto de todos ellos se le conoce como Paz de París, el cual pretendía que los nuevos regímenes políticos debían de ser fuertes para combatir frente al peligro de la propaganda revolucionario de los bolcheviques rusos. También pretendía que Alemania perdiera poder y quedara bajo control y que el mapa europeo se reestructurara para poder hacer frente a las demandas de las minorías nacionales. Los acuerdos de paz que lo componían no garantizaban que otra guerra pudiese estallar.

Dentro de la Paz de París, el Tratado de Versalles fue uno de los tratados mas importantes, ya que con este se le impusieron duras condiciones a Alemania. Alemania tuvo grandes pérdidas territoriales como Alsacia-Lorena, mas destacado, otros territorios polacos, belgas y algunas ciudades libres. Las cláusulas militares de este tratado reflejaban la ocupación temporal en la zona del Rin, la desmilitarización de Renania y la gran reducción del Ejército, armada y aviación.

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS:
El efecto de la Primera Guerra Mundial sobre la economía es causa de múltiples polémicas, ya que como todo análisis histórico y económico está profundamente ligado a la ideología política. En cualquier caso, casi todo el mundo coincide en que ésta ocasionó grandes convulsiones que marcan el final de una época (hegemonía indiscutible de Europa), y el inicio de una transición hacia un nuevo orden mundial que se consolidaría con la Segunda Guerra Mundial. Muchos autores ven en la Gran Depresión una consecuencia directa de la magnitud de los cambios que se produjeron.
Al término de la Primera Guerra Mundial, se produjo una crisis económica basada en los daños ocasionados a la producción agrícola e industrial, y la destrucción de una amplia infraestructura edilicia, ente viviendas, caminos, puentes, etc.
Los países vencidos debieron firmar tratados sumamente desventajosos para ellos. En junio de 1919, se firmó el Tratado de Versalles, en el Palacio del mismo nombre, en las afueras de París. Se basaba en catorce puntos, propuestos por el presidente norteamericano, Woodrow Wilson, acompañado en su liderazgo por Lloyd George de Inglaterra y Clemenceau de Francia, sin permitir la participación de Rusia que se había retirado anticipadamente del conflicto ni a los países derrotados.
Por este Tratado, Alemania debió pagar indemnizaciones de guerra sumamente cuantiosas (33.000.000.000 de dólares, toda su flota de guerra, gran parte de su flota mercante, equipamiento ferroviario y máquinas agrícolas) y devolver territorios a Francia, como los de Alsacia y Lorena, que le pertenecían desde 1871, tras haberlos obtenido en virtud de un conflicto armado. Francia también obtuvo la explotación de la cuenca minera del Sarre, que otorgaba grandes ganancias por su riqueza en carbón.
Sin embargo, Francia, estaba muy debilitada por la guerra, ya que había soportado las batallas en su suelo, muchas de sus industrias habían quebrado y registraba una bajísima tasa de natalidad. Además la Revolución rusa había destruido su alianza con Rusia, que le daba seguridad contra Alemania. Este último país, debió también ceder territorios a Polonia, y renunciar a sus colonias de África.
Las relaciones comerciales internacionales se vieron fuertemente afectadas, ya que las actividades de intercambio eran realizadas entre los principales países involucrados en el conflicto: Gran Bretaña, Francia, Alemania y Estados Unidos, dando por finalizada la convertibilidad monetaria, basada en el patrón oro, ya que los países comenzaron a acumular el oro, utilizándolo como reserva.
Se practicó durante la guerra el bloqueo por parte de los aliados, como respuesta a la lucha submarina de las potencias centrales, con lo cual les impidieron recibir cualquier producto extranjero, incluyendo metales lo que produjo escasez de armamentos. Alemania debió transformar sus fábricas en productoras de armas reconvirtiendo cualquier material que sirviera para esos fines. La economía se puso al servicio de la guerra, destinándose los recursos al equipamiento de armamentos, alimentos, medicinas y traslados.
La industria europea vio reducida la mano de obra con sus obreros afectados al combate, y debió reemplazarlos por mujeres y personas jóvenes. Se incrementó el gasto público, y debió recurrirse a préstamos, generalmente provenientes de Estados Unidos, a establecer nuevos impuestos y a emitir dinero que originó una fuerte inflación.
El mapa político europeo sufrió profundas transformaciones. El imperio ruso debió soportar la revolución de 1917, que tuvo como consecuencia la finalización del gobierno de los zares, y la independencia de Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania, que aprovecharon el quebrantamiento del poder para convertirse en estados soberanos. El gobierno revolucionario ruso, negó las deudas de guerra, contraídas por el gobierno derrocado.
El imperio austrohúngaro se desmembró en nuevos estados, dando origen a Austria, Hungría, Yugoslavia y Checoslovaquia, o acrecentando los territorios de Rumania, Polonia e Italia.
El imperio alemán fue reemplazado por la República de Weimar, en 1918, estableciéndose un gobierno parlamentario, federal y democrático, formado mayoritariamente por socialistas moderados. El imperio turco sólo comprendió a la Península de Anatolia.
Para prevenir conflictos futuros que amenazaran la paz internacional, se creó la Sociedad de las Naciones, basada en el Tratado de Versalles, pero con una estructura militar débil y sin lograr la integración de todos los estados, como fue el caso de Estados Unidos. En 1926, se incorporó la República alemana, pero se retiró en 1933, por orden de Hitler. Rusia fue admitida en 1934. Esta Sociedad sólo sirvió para perseguir el narcotráfico y mejorar las condiciones de empleo, pero no pudo mantener la paz internacional.
En 1923, Alemania, sin posibilidades de hacer frente al pago de las reparaciones de guerra, suspendió el pago de las cuotas, y los países acreedores debieron arbitrar nuevos acuerdos a fin de posibilitar el pago, en la medida de las posibilidades del deudor. En 1924, el Plan Dawes, redujo las cuotas anuales. En 1930, el Plan Young, disminuyó el monto total adeudado. En 1931, el Plan Hoover concedió una moratoria y en 1932, el acuerdo de Lausana canceló la deuda.
Estados Unidos se convirtió en primera potencia mundial, ya que no sufrió las consecuencias de la guerra, que no se libraron en su territorio, y era el principal acreedor de los países europeos motivados en préstamos que les había otorgado.
El dólar estadounidense fue utilizado en el comercio internacional, reemplazando a la libra esterlina. Esta prosperidad terminó con el colapso de Wall Street, en 1929 (Caída del valor de las acciones de empresas, negociables en bolsa, donde participaban capitales de todo el mundo) que dio por terminada una etapa de aparente prosperidad que se había prorrogado desde 1924.
En 1929, se perdieron fortunas y aumentó el desempleo, trasladándose la crisis a nivel internacional, ya que, ante el colaspso del mercado de valores, Estados Unidos, suspendió los préstamos a Europa, y reclamó las deudas. Los países redujeron sus importaciones afectando seriamente el comercio internacional.
Europa antes y despues de la I guerra mundial.


FORMAS DE GOBIERNO:
Las formas de gobierno pueden variar  dependiendo del modo en que se generen los poderes públicos, de las estructuras que asumen y de sus facultades.
Una clasificación clásica de las formas de gobierno es la de Montesquieu (1689 -1755), quien distinguió básicamente dos formas: La Monarquía y La República


La monarquía:
Es la titularidad del poder ejecutivo se adquiere hereditariamente, se la conserva de por vida y no se tiene responsabilidad política en su gestión. En la actualidad en la Monarquía existen además del Monarca, que es el jefe del estado, un Jefe de Gobierno o Primer Ministro, que si responde políticamente.



La República:
En esta forma de gobierno, el Jefe del Estado es elegido por el pueblo, ya sea en forma directa o indirecta, dura temporalmente en su cargo y es políticamente responsable.
Otra distinción posible de establecer de las formas de ejercer el poder político es la de gobiernos autocráticos y gobiernos democráticos. Los gobiernos de formas autocráticas pueden derivar en:






Autoritarismo:
Se suele llamarse autoritarios a los regímenes que privilegian el aspecto del mando y menosprecian la participación, concentrando su poder político en un solo hombre o un solo órgano y restando valor a las instituciones representativas.






Totalitarismo:
Los elementos constitutivos del totalitarismo son la ideología totalitaria, el partido único, el dictador, el terror. La ideología totalitaria proporciona una explicación indiscutible del curso histórico, una crítica radical de la situación existente y una guía para su transformación igualmente radical
 Durante la Segunda Guerra Mundial surgió en función del enfrentamiento entre ideologías que amparaban sistemas político—económicos opuestos. A diferencia de la guerra anterior, enmarcada en un solo sistema predominante —el liberalismo capitalista, común a los dos bandos—, en el segundo conflicto mundial se enfrentaron tres ideologías contrarias: el liberalismo democrático, el nazi—fascismo y el comunismo soviético. Estos dos últimos sistemas, no obstante ser contrarios entre sí, tenían en común la organización del Estado fuerte y totalitario y el culto a la personalidad de un líder carismático, características opuestas al liberalismo que postula la democracia como forma de gobierno y la libertad e igualdad de los individuos como forma de sociedad los problemas étnicos que, presentes desde siglos atrás, se fueron haciendo más graves al llevarse a efecto las modificaciones fronterizas creadas por el Tratado de Versalles, que afectaron negativamente sobre todo a Alemania y a Austria —naciones pobladas por germanos— y redujeron de manera considerable sus territorios. Este hecho fue determinante para difundir en esos pueblos el sentimiento de superioridad de la raza germana —identificada por Adolfo Hitler como “raza aria” de acuerdo con una idea desarrollada en la filosofía alemana del siglo XIX— frente a los grupos raciales, principalmente los judíos que controlaban la economía capitalista, y quienes, según la perspectiva de los nazis, habían dividido a los pueblos germanos e interrumpido su desarrollo económico.
Por otra parte, la insistencia de Hitler por evitar el cumplimiento del Tratado de Versalles provocó diferentes reacciones entre los países vencedores: Francia, que temía una nueva agresión de Alemania, quería evitar a toda costa que resurgiera el poderío bélico de la nación vecina. En cambio, el gobierno británico y el de Estados Unidos subestimaban el peligro que el rearme alemán representaba para la seguridad colectiva; consideraban que el Tratado de Versalles había sido demasiado injusto, y veían con simpatía la tendencia anticomunista adoptada por la Alemania nazi, porque podría significar una barrera capaz de detener el expansionismo soviético hacia Europa, calificado entonces por las democracias occidentales como un peligro mayor y mucho más grave que el propio nazismo. A causa de ese temor al comunismo, el gobierno británico adoptó una política de “apaciguamiento” respecto al expansionismo alemán, bajo la idea de que al hacer concesiones a Hitler podría evitarse una  nueva guerra y se obtendría, además, su colaboración contra el peligro soviético.
 En la década de los años treinta la situación del mundo era muy distinta a la de 1914. Aparte de los trastornos ocasionados por la crisis económica iniciada en Estados Unidos, aún persistían los efectos devastadores de la Primera Guerra Mundial, que había producido una enorme transformación en todos los ámbitos de la vida humana y originado grandes crisis en prácticamente todos los países de la Tierra. Además, la secuela de tensiones internacionales que ese conflicto produjo, preparaban el camino para una nueva guerra, no obstante los intentos de la Sociedad de Naciones por evitarla. Por esta razón, puede decirse que la Segunda Guerra Mundial se originó directamente de la Primera; de ahí que ambos conflictos, enlazados por el periodo de entreguerras, constituyan lo que se considera como la “Segunda Guerra de los Treinta Años” en la historia moderna de la humanidad.


Capitalismo:

Sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno europeo; fue evolucionando en distintas etapas, hasta considerarse establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al capitalista.
A lo largo de su historia, pero sobre todo durante su auge en la segunda mitad del siglo XIX, el capitalismo tuvo una serie de características básicas. En primer lugar, los medios de producción —tierra y capital— son de propiedad privada. En este contexto el capital se refiere a los edificios, la maquinaria y otras herramientas utilizadas para producir bienes y servicios destinados al consumo. En segundo lugar, la actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción entre compradores y vendedores (o productores) que se produce en los mercados. En tercer lugar, tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores, son libres y buscan maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor partido posible de sus recursos y del trabajo que utilizan para producir; los consumidores pueden gastar como y cuando quieran sus ingresos para obtener la mayor satisfacción posible. Este principio, que se denomina soberanía del consumidor, refleja que, en un sistema capitalista, los productores se verán obligados, debido a la competencia, a utilizar sus recursos de forma que puedan satisfacer la demanda de los consumidores; el interés personal y la búsqueda de beneficios les lleva a seguir esta estrategia. En cuarto lugar, bajo el sistema capitalista el control el sector privado por parte del sector público debe ser mínimo; se considera que si existe competencia, la actividad económica se controlará a sí misma; la actividad del gobierno sólo es necesaria para gestionar la defensa nacional, hacer respetar la propiedad privada y garantizar el cumplimiento de los contratos. Esta visión decimonónica del papel del Estado en el sistema capitalista ha cambiado mucho durante el siglo XX.
Durante casi todo el siglo XX, el capitalismo ha tenido que hacer frente a numerosas guerras, revoluciones y depresiones económicas. La I Guerra Mundial provocó el estallido de la revolución en Rusia. La guerra también fomentó el nacionalsocialismo en Alemania, una perversa combinación de capitalismo y socialismo de Estado, reunidos en un régimen cuya violencia y ansias de expansión provocaron un segundo conflicto bélico a escala mundial. A finales de la II Guerra Mundial, los sistemas económicos comunistas se extendieron por China y por toda Europa oriental. Sin embargo, al finalizar la Guerra fría, a finales de la década de 1980, los países del bloque soviético empezaron a adoptar sistemas de libre mercado, aunque con resultados ambiguos. China es el único gran país que sigue teniendo un régimen marxista, aunque se empezaron a desarrollar medidas de liberalización y a abrir algunos mercados a la competencia exterior. Muchos países en vías de desarrollo, con tendencias marxistas cuando lograron su independencia, se tornan ahora hacia sistemas económicos más o menos capitalistas, en búsqueda de soluciones para sus problemas económicos.

Socialismo:
Término que, desde principios del siglo XIX, designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden un sistema económico y político basado en la socialización de los sistemas de producción y en el control estatal (parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía frontalmente a los principios del capitalismo. Aunque el objetivo final de los socialistas era establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado cada vez más en reformas sociales realizadas en el seno del capitalismo. A medida que el movimiento evolucionó y creció, el concepto de socialismo fue adquiriendo diversos significados en función del lugar y la época donde arraigara.
El socialismo es un orden socioeconómico basado en la propiedad pública de los medios de producción, el control colectivo y planificado de la economía por parte de la sociedad como un entero. También se define por socialista a toda teoría, doctrina o movimiento que aboga por su implantación. El socialismo puede ser no-estatal (mediante la propiedad comunitaria en un sentido amplio) o estatal (a través de la nacionalización y la planificación económica de la producción).

ESTRUCTURA IDELÓGICO-CULTURAL:

LA ALEMANIA NAZI:
El nazismo ha sido un espectáculo. Una tragedia griega en la que todos mueren. El argumento, a primera vista insólito, atrajo el entusiasmo de germanos y extranjeros, ávidos de ideas nuevas en una Europa económica y moralmente debilitada en el período entre las dos guerras. El argumento geopolítico y la recuperación de la dignidad alemana fueron las banderas enarboladas con pasión. Esas banderas estaban tejidas con trama y urdimbres mayormente ignoradas, sólo aireadas al conocimiento público después de la caída del Tercer Reich. Lo extraño es que esta estructura proteica fue lo menos destacable en el estudio post bélico del fenómeno nazi. El interés se centró siempre en lo externo, en la imagen y no en el significado. En este breve estudio trataremos de penetrar en ese ámbito casi despreciado por los historiadores, salvo excepciones, que siempre las hay, y en cuanto a la estructura del nazismo, nos referimos aquí a la ideológica, como reza el título, y no a la militar o a la de los hechos consumados con su política practicada en Alemania y el resto de Europa.
Desde una perspectiva internacional, el nazismo había tomado una gran parte de la base ideológica del fascismo que se desarrolló originalmente en Italia con Benito Mussolini. Ambas ideologías participan del uso político del militarismo, el nacionalismo, el anticomunismo, la aprobación de la violencia como método político y el empleo de fuerzas paramilitares como apoyo del régimen, y ambas estaban destinadas a la creación de una dictadura dirigida por el Estado. Los nazis, sin embargo, estaban mucho más centrados en el tema de la «pureza racial» que los fascistas en Italia. Los nazis tenían también la intención de crear un Estado totalitario por completo, a diferencia de los fascistas italianos, que permitieron un mayor grado de libertades privadas para sus ciudadanos, aunque sin tolerar disidencia alguna. Estas diferencias posibilitaron, por ejemplo, a la monarquía italiana seguir existiendo bajo el régimen fascista, así como conservar algunas competencias oficiales.
El nacionalsocialismo (o nazismo) tenía muchos puntos en común con el fascismo. No obstante, sus raíces eran típicamente alemanas: el autoritarismo y la expansión militar propios de la herencia prusiana; la tradición romántica alemana que se oponía al racionalismo, el liberalismo y la democracia; diversas doctrinas racistas según las cuales los pueblos nórdicos —los llamados arios puros— no sólo eran físicamente superiores a otras razas, sino que también lo eran su cultura y moral; así como determinadas doctrinas filosóficas, especialmente las de Friedrich Nietzsche, que idealizaban al Estado o exaltaban el culto a los individuos superiores, a los que se eximía de acatar las limitaciones convencionales.
El 23 de agosto de 1939 se firma el "Pacto germano-soviético", un pacto de no-agresión mutua, pero donde se reconocía el derecho a invadir las demás naciones. Se le concedía a Hitler el paso libre sobre gran parte de Polonia y a Stalin sobre Finlandia, Estonia, Letonia, este de Polonia y Rumania. El resultado de este pacto no iba a ser otro que el estallido de la II Guerra Mundial.


SEGUNDA GUERRA MUNDIAL:
Veinte años después de terminar la primera contienda mundial, se desato el conflicto más devastador que ha padecido la humanidad: La Segunda Guerra Mundial (1939-1945. Cerca de 40 millones de muertos y otros tantos heridos, inválidos y huérfanos; ciudades enteras, campos, carreteras, centros industriales, monumentos históricos fueron arrasadas. Toda esta situación fue el producto del más acelerado desarrollo científico y tecnológico para exterminar al enemigo, para destruir seres humanos.
Después de asegurar la neutralidad de la Unión Soviética (con el pacto de no-agresión entre Alemania y la URSS), Alemania desató la Segunda Guerra Mundial con la invasión de Polonia el 1 de septiembre de 1939. Gran Bretaña y Francia respondieron con la declaración de guerra contra Alemania el 3 de septiembre. El 9 de abril de 1940, las fuerzas alemanas invadieron Noruega y Dinamarca, y en mayo de 1940, Alemania empezó el asalto de Europa occidental. La Unión Soviética ocupó los estados del Báltico en junio de 1940, y los anexó en agosto de 1940. Italia, miembro del Eje, entró en la guerra en junio de 1940. Desde el 13 de agosto hasta el 31 de octubre de 1940, la aviación nazi atacó a Inglaterra en la campaña conocida como la “Batalla de Inglaterra”.

LAS RELACIONES INTERNACIONALES:
Las relaciones internacionales constituyen una disciplina que forma parte de las ciencias políticas y que se centran en las relaciones entre los Estados y entre los Estados y otras instituciones que forman parte del sistema internacional. Se trata de un campo interdisciplinario, donde se combinan la política, el derecho, la economía y la historia, por ejemplo.
Hasta la Primera Guerra Mundial, la política internacional se desarrollaba básicamente a través de la diplomacia. Tras este conflicto, comenzó a desarrollarse una nueva perspectiva de las relaciones internacionales, con el objetivo de buscar maneras sistemáticas para poder prevenir aspectos relacionados con las guerras.

Las organizaciones mas importantes para el mantenimiento de las Relaciones Internacionales entre los Estados son:

La Organización de Naciones Unidas (O.N.U.)

Las Naciones Unidas es una organización internacional fundada en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial por 51 países que se comprometieron a mantener la paz y la seguridad internacionales, desarrollar relaciones amistosas entre las naciones y promover el progreso social, mejores niveles de vida y los derechos humanos. Debido a su singular carácter internacional, y las competencias de su Carta fundacional, la Organización puede adoptar una decisión sobre una amplia gama de cuestiones, y proporcionar un foro a sus 192 Estados Miembros para expresar sus opiniones, a través de la Asamblea General, el Consejo de Seguridad , el Consejo Económico y Social y otros órganos y comisiones.
La labor de las Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo. Aunque más conocida por el mantenimiento de la paz, la Consolidación de la Paz, la prevención de conflictos y la asistencia humanitaria, hay muchas otras maneras de las Naciones Unidas y su sistema (organismos especializados, fondos y programas), que afectan a nuestras vidas y hacer del mundo un lugar mejor. La Organización trabaja en una amplia gama de cuestiones fundamentales, desde el desarrollo sostenible, medio ambiente y la protección de los refugiados, socorro en casos de desastre, la lucha contra el terrorismo, el desarme y la no proliferación, a la promoción de la democracia, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros y el adelanto de la mujer, la gobernanza, el desarrollo económico y social y la salud internacional, la limpieza las minas terrestres, la expansión de la producción de alimentos, y más, con el fin de alcanzar sus objetivos y coordinar los esfuerzos para un mundo más seguro para esta y futuras generaciones.


La Organización de Estados Americanos (OEA)
La OEA realiza sus fines por medio de los siguientes órganos: la Asamblea General; la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores; los Consejos (el Consejo Permanente, el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral); el Comité Jurídico Interamericano; la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; la Secretaría General; las Conferencias Especializadas; los Organismos Especializados, y otras entidades establecidas por la Asamblea General.La Asamblea General celebra períodos ordinarios de sesiones una vez por año. En circunstancias especiales se reúne en períodos extraordinarios de sesiones. La Reunión de Consulta se convoca con el fin de considerar asuntos de carácter urgente y de interés común, y para servir de órgano de Consulta en la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que es el principal instrumento para la acción solidaria en caso de agresión. El Consejo Permanente conoce de los asuntos que le encomienda la Asamblea General o la Reunión de Consulta y ejecuta las decisiones de ambas cuando su cumplimiento no haya sido encomendado a otra entidad; vela por el mantenimiento de las relaciones de amistad entre los Estados miembros así como por la observancia de las normas que regulan el funcionamiento de la Secretaría General, y además, actúa provisionalmente como órgano de Consulta para la aplicación del TIAR. La Secretaría General es el órgano central y permanente de la OEA. La Sede tanto del Consejo Permanente como de la Secretaría General está ubicada en Washington, D.C.

La Unidad Africana
La Unión Africana (UA), es la organización supranacional del ámbito africano dedicada a incrementar la integración económica y política y a reforzar la cooperación entre sus estados miembros. La UA nació en marzo de 2001, fecha en que se firmó el pacto de Sirte en la ciudad homónima de Libia reemplazando a la Organización para la Unidad Africana. La UA esta inspirada en la Unión Europea



La Liga Arabe.
Organización para la unión y fortalecimiento del mundo árabe. Uno de los objetivos prioritarios de la Liga Árabe es hallar una solución para el conflicto árabe-israelí en Palestina.
La Liga Árabe es una organización surgida con el objetivo de albergar a todos los estados árabes y cuya función se orientó a la cooperación, tanto económica como política y cultural, sin que ello implique que cada uno de los países integrantes pierda su autonomía.
El impulso y la iniciativa fueron tomados por Egipto, país estratégico durante la Segunda Guerra Mundial, ya que Inglaterra manejaba desde allí todas las cuestiones relativas a Medio Oriente.

La Asociación de Estados del Sudeste Asiático.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) es una organización regional de estados del sudeste asiático que fue constituida en 8 de agosto de 1967.
Los principales objetivos de la ASEAN son acelerar el crecimiento económico y fomentar la paz y la estabilidad regionales. La ASEAN estableció un fórum conjunto con el Japón, y un acuerdo de cooperación con la Unión Europea. La sede y secretariado permanente se encuentran en Jacarta.



La Organización de la Unidad Africana
Entre los fines esenciales de la O.U.A. están los de reforzar la unidad y solidaridad de los Estados africanos y Malgache; coordinar e intensificar su colaboración y sus esfuerzos para ofrecer mejores condiciones de vida a los pueblos de África; defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia; eliminar bajo todas sus formas el colonialismo de África y favorecer la cooperación internacional, teniendo en cuenta la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
La puesta en práctica de estos fines supone una
coordinación y adecuación por parte de las políticas generales, especialmente en materia política y diplomática, económica y de transporte, educación, cultura, sanidad, higiene, nutrición, ciencia, técnica, defensa y seguridad, etc.
La Unión Europea
La Unión Europea (UE) es una comunidad política de Derecho nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los pueblos y de los Estados de Europa. Está compuesta por veintisiete Estados europeos, y su Unión fue establecida con la entrada en vigor el Tratado de la Unión Europea (TUE), el 1 de noviembre de 1993. Si en un principio la supraestructura "Unión Europea" aunaba y se fundaba sobre las tres Comunidades Europeas preexistentes (CECA, Euratom y CEE/CE) bajo el complejo sistema conocido como "los tres pilares" (el comunitario CE-CECA-Euratom más la PESC más la cooperación judicial y policial), con la entrada en vigor, el 1 de diciembre de 2009, del Tratado de Lisboa, la Unión Europea sucedió por completo a las CC.EE. (con ciertas particularidades en el caso de Euratom, que en algunos aspectos pervive) y asumió con ello su personalidad jurídica única como sujeto de Derecho internaciona.


La OTAN
Fue creada para defender a los países miembros de la Unión Soviética, aunque en forma implícita, solo mencionando que un ataque a un país miembro sería interpretado como un ataque al conglomerado. Tras la disolución de la Unión Soviética, se ampliaron los objetivos de esta organización, para dedicarse a salvaguardar la seguridad del hemisferio norte como un todo. El significado de OTAN es Organización del Tratado del Atlántico Norte, la cual es conocida en inglés como NATO. El fin de esta organización es el de garantizar la seguridad de los países miembros, y el tratado al cual se hace alusión fue firmado en Washington, el 4 de abril de 1949. Las dependencias principales de la organización se encuentran ubicadas en Bruselas, Bélgica.


EL ASCENSO POLITICO DEL SOCIALISMO
No existe más que una doctrina política: la de nacionalidad y patria. Tenemos que asegurar la existencia y el incremento de nuestra raza y de nuestro pueblo, para que nuestro pueblo cumpla la misión que el Supremo Creador le tiene reservada.
El Estado es el recipiente; el pueblo es el contenido. El Estado tiene su razón de ser sólo cuando abarca y protege el contenido. El Estado no es un fin en sí mismo.
El parlamentarismo democrático no tiende a constituir una asamblea de sabios, sino a reclutar más bien una multitud de nulidades intelectuales, tanto más fáciles de manejar cuanto mayor sea la limitación mental de cada uno de ellos. Sólo así puede hacerse política partidista en el sentido malo de la expresión.
En oposición a este parlamentarismo democrático está la genuina democracia germánica de la libre elección del Führer (caudillo, líder), que se obliga a asumir toda la responsabilidad de sus actos. La democracia del mundo occidental de hoy es la precursora del marxismo, el cual sería inconcebible sin ella.
Es la democracia la que en primer término proporciona a esta peste mundial el campo de nutrición de donde la epidemia se propaga después.
En el parlamentarismo no hay ningún responsable. La idea de responsabilidad presupone la idea de la personalidad.


Revolución Rusa:

Estalló en Rusia, en octubre de 1917, con repercusiones mundiales. Rusia se componía de una sociedad jerarquizada, dominada por la nobleza terrateniente, con un gobierno absolutista, encarnado en la figura de los zares, que coartaron las libertades individuales y ejercieron la censura. El pueblo deseaba terminar con este gobierno que los había reducido a una condición de servidumbre, ya que si bien habían obtenido parcelas de tierra estas eran sumamente reducidas e insuficientes.
La economía era fundamentalmente agrícola, aunque la industria había cobrado desarrollo, sobre todo en Moscú y San Petesburgo, por las inversiones en hierro, carbón, acero y ferrocarriles que realizaron fundamentalmente, Francia y Gran Bretaña.
El proceso revolucionario que se inicia en el Imperio zarista en 1905 y culmina en octubre de 1917 constituye uno de lo fenómenos más importantes del siglo XX. La transformación fue grandiosa. Un Imperio mastodóntico, gobernado por un autócrata, se transformó en república federal socialista; una sociedad de campesinos empobrecidos se elevó a la condición de gran potencia industrial.
Al representar la primera experiencia de revolución social se convirtió en el modelo de todos los revolucionarios de la centuria: China, Cuba, bastantes países europeos y africanos intentarían reproducir los pasos de los soviets rusos. Miles de libros y varias generaciones de historiadores, politólogos, economistas, sociólogos, ensayistas se han ocupado del gran acontecimiento.

Revolución China:
Desarrollada entre 1945 y 1949, la Revolución China enfrentó a nacionalistas y comunistas, triunfando estos últimos encabezados por Mao-Tse-tung, quien implantó un régimen comunista con base en el campesinado, sin dejar de tener inconvenientes con la URSS. En el año 1934, Mao Tse Tung había emprendido la denominada larga marcha, en donde trasladó a su ejército por gran parte del país expandiendo su ideología y sumando nuevos focos guerrilleros. Luego de una tregua a raíz de la invasión japonesa durante la segunda guerra mundial, el conflicto civil en China se desató.
Una de las mayores aspiraciones de Mao era transformar a China en una potencia mundial, para lo cual implementó una reforma a la que se le denominó 'el gran salto adelante', momento en el cual el Estado comenzó con la expropiación de latifundios y con un proceso industrializador basado en su potencial humano. A partir de los años 70 China se acerca a Occidente, a tal punto que el Presidente de EEUU, Richard Nixon visita el país en 1972. La muerte de Mao en 1976 marca el inicio de un proceso definitivo de occidentalización y apertura, hecha igualmente sobre las bases de un partido comunista único.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los japoneses invadieron China y ambas fuerzas internas en conflicto se unieron para enfrentar el peligro exterior. Sin embargo, el ejército del Kuomintang, se dedicó más a la lucha interna anticomunista que a derrotar a los japoneses, siendo incapaz de promover una guerra de guerrillas, como sí lo hicieron los comunistas, con un doble propósito: vencer a los enemigos externos japoneses y demostrar su poder frente a Chiang Kai-shek, líder del Kuomintang, para extender la revolución en el campo.
Una vez finalizada la contienda mundial, las disputas internas continuaron, incluso, con mayor intensidad, mostrando la fortaleza de las fuerzas revolucionarias.
Los comunistas avanzaron en dirección norte-sur y en 1948, controlaban la ciudad de Harbin en el extremo norte y casi todas las zonas rurales de Manchuria, cambiando su táctica de lucha guerrillera al de guerra abierta, apoderándose de las ciudades de Kaifeng y Jinan. En enero de 1949, el ejército comunista entró en Tianjin y en Pekín.

Revolución cubana:
Contexto del acontecimiento.
Fecha: 26 de julio de 1953-1 de enero de 1959
Sitio: Cuba
Impulsores: Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto Guevara, Camilo Cienfuegos, Huber Matos
Acontecimientos desencadenantes: Dictadura de Fulgencio Batista.
Influencias ideológicas de los impulsores: Comunismo, Marxismo-Leninismo, Totalitarismo, Antiimperialismo, nacionalismo cubano.
La Revolución Cubana es el movimiento revolucionario que comenzó con la insurgencia que se opuso a la dictadura de Fulgencio Batista. Actualmente también se socia al período histórico tras su triunfo el 1 de enero de 1959, por varias fuerzas insurgentes, entre las que predominaba ampliamente el Ejército Rebelde, brazo armado del Movimiento 26 de Julio comandado por Fidel Castro.

LA FORMACION DE LOS BLOQUES IDEOLOGICOS DE PODER:
En el marxismo-leninismo el socialismo es considerado como la fase previa al comunismo, por ello los procesos revolucionarios vividos por la URSS, Cuba y China se relacionan con esta doctrina, ya que, en el caso de la URSS nunca se logró alcanzar el comunismo, y en el caso de Cuba todavía buscaría alcanzar ese objetivo.
Este sistema de ciencias en constante desarrollo surgió a la luz hace unos 150 años en Alemania e Inglaterra del Siglo XIX en la obra de sus dos iniciadores Carlos Marx y Federico Engels. Su objetivo principal era la determinación de las leyes objetivas que condicionaban el desarrollo social para con ello poder transformar al mundo.
 Además de estudiar integralmente el sistema capitalista, conformó valiosas predicciones científicas acerca del futuro de la humanidad.
Tuvo como fuentes principales, —la filosofía dialéctica de Hegel y el materialismo de Feuerbach, la economía política clásica de Adam Smith y David Ricardo y el socialismo utópico de Campanelli, Owen, Fourier y otros destacados pensadores del Siglo XVIII y comienzos del Siglo XIX.
Desde su surgimiento se enfrenta a las concepciones del mundo imperantes en la época: idealismo objetivo y subjetivo y materialismo metafísico.

CAPITALISMO Vs SOCIALISMO.
El capitalismo es un sistema económico en el que los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios. Quienes crean o adquieren capital permanecen como sus propietarios (capitalistas) durante el proceso de producción, siendo privada la titularidad de éstos medios.
El socialismo es una ideología de economía política que defiende principalmente un sistema económico y político basado en la socialización de los medios de producción, que puede ser no-estatal (propiedad comunitaria) o estatal (nacionalización), así como puede ser democrático o dictatorial. Por ello al socialismo se lo asocia a la idea de búsqueda del bien común e igualdad social. La titularidad de los medios de producción es pública y está en manos del Estado.
En la teoría, ambas ideologías aseguran el bienestar de la población en general: según el Capitalismo, el trabajador va a recibir más salario, mientras su trabajo produzca más ganancia. Ésto beneficia tanto al obrero como al capitalista, ya que el último tendrá más posibilidades de vender sus mercaderías, siendo que los obreros tendrán más poder adquisitivo. Todos ganan y enriquecen; El Socialismo critíca ésta teoría proponiendo que las fábricas sean de todos. Serán administradas por el gobierno y las ganancias serán destinadas al bien general, como obras y servicios públicos.
En una sociedad capitalista, la persona tiene la posibilidad de crecer económicamente, pudiendo poseer una empresa o fábrica, grandes cantidades de tierras cultivables, o cualquier otro medio de producción masiva. La contra es que ésta carrera por el bien material lleva a la gente a tratar a otros seres humanos como materia prima o solo un medio para conseguir ganancias. El Poder está en el Dinero.
En el socialismo todos tienen las mismas posibilidades y todos trabajan para el bien de la comunidad, no solo para el bien propio. La contra es que ésto no siempre se cumple, y generalmente, al ser el gobierno dictatorial (según la teoría, la democracia llega al final, después de un período de organización), el gobierno llega a tener un control inmenso. El Poder está en el Estado.

CARACTERÍSTICAS Y TENDENCIAS DEL MOMENTO HISTÓRICO:
*      La diversidad de las manifestaciones de la crisis general del capitalismo promueve aceleradamente un elevado nivel de conciencia política en las grandes masas de todas las latitudes. Además de profundizar  la crisis del neoliberalismo.
*      Está en bancarrota el Orden Económico Internacional vigente.
*      En su forma actual el FMI, el Banco Internacional y los Bancos Regionales están llamados a desaparecer.
*      La OMC tendrá que democratizarse y ponerse en función del desarrollo de todos los pueblos. Existen brotes de las nuevas relaciones internacionales, solidarias, humanitarias, que crecen cada vez con más fuerza.
*      Las empresas transnacionales han concitado el odio de los pueblos, especialmente del Tercer Mundo. Contra ellas se agrupan no sólo los obreros, los campesinos y los intelectuales; sino también el resto de las capas medias y una parte significativa de las burguesías nacionales.
*      Crece el temor entre los propios “tanques pensantes” del imperialismo de que las colosales especulaciones monetarias puedan promover un “crack” generalizado de la economía mundial.
*      La deuda social acumulada es insostenible.
*      La ingobernabilidad es una expresión más o menos espontánea de la crisis del capitalismo.
*      La acumulación capitalista – como avizorara hace unos 150 años Carlos Marx promueve el subdesarrollo, con todas sus secuelas de la inmensa mayoría de la humanidad.
*      Está creada la situación revolucionaria a escala mundial. La Batalla de Ideas tiende a formar el factor subjetivo que llevará al triunfo de la Revolución Socialista.
*      El gran culpable de la Revolución Socialista es el capitalismo que genera y agudiza una contradicción antagónica con los oprimidos (pueblos y países) que se ha hecho insostenible.
*      Se acelera el proceso universal de la Revolución Socialista.
*      Se consolidan y desarrollan con éxito las Reformas y Aperturas Socialista en China, Vietnam y Cuba.
*      El prestigio internacional de China, Vietnam y Cuba se agiganta y sirve de guía al movimiento progresista mundial.
*       Surgen con fuerza numerosos movimientos progresistas y revolucionarios. Ejemplo de ello son Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia e incluso Argentina; los tres primeros ostentan el poder político del Estado.
*      Crece la cohesión y la organización de todas las fuerzas políticas que luchan contra la discriminación, la marginalidad y la explotación.
*       Los nuevos medios de comunicación se están convirtiendo en un arma de lucha para fraguar un movimiento universal anticapitalista.
*      Crecen las demostraciones contra la guerra, por la solidaridad entre los pueblos y contra el neoliberalismo en los propios centros de poder imperial.
*      Crece la identidad de enfoque entre los movimientos sociales del Primer y el Tercer Mundo.
*       Los pueblos se sublevan contra la criminal política de Patentes de las Empresas Transnacionales que pretenden convertir los logros de la Ciencia y la Técnica en un medio adicional de explotación.
*      La Teoría y la Metodología Marxista— Leninista están más vigentes que nunca.


Del mundo bipolar al mundo unipolar
Un mundo unipolar es aquel que está dominado por una sola potencia, sin oposición alguna y ejerce una hegemonía absoluta. No ha ocurrido nunca.
Un mundo bipolar es aquel en que hay dos potencias enfrentadas que ejercen el dominio o liderazgo sobre sus respectivos bloques a escala mundial. Por ejemplo, la guerra fría, con la Unión Soviética y los Estados Unidos.
Un mundo multipolar es aquel en el que hay más de 2 focos de poder. Finales del S.XIX y principios del XX es un ejemplo de mundo multipolar cuando el mundo era bipolar, aunque la bipolaridad ya era asimétrica. En Washington, el presidente Ronald Reagan había obtenido el respaldo del Congreso a un presupuesto de defensa récord, lo que sentenció la última militarización de la política de contención frente a la Unión Soviética, iniciada en 1947 y basada en las reflexiones de George Kennan. Y en Moscú, la muerte de Leonid Breznev, líder máximo soviético, había abierto una etapa de incertidumbre que desembocaría, entre la presión externa y la desintegración interna, en la caída del muro de Berlín, en 1989, y en el hundimiento de la Unión Soviética, en 1991.
En los últimos veinticinco años, el mundo ha conocido los cambios más profundos desde el inicio de la Guerra Fría, tanto político como económico, social y tecnológico. La desaparición de la Unión Soviética puso fin a la guerra civil europea del siglo XX y dejó a Estados Unidos como única superpotencia, lo que cambió el mundo de arriba abajo; no fueron los atentados del 11 de septiembre, aunque estos fueron interpretados por la Administración Bush como la oportunidad histórica para alumbrar otro orden internacional basado en cuatro ideas: la preservación del flamante orden unipolar, la primacía de la fuerza, el ejercicio unilateral del poder y el derecho a desencadenar una guerra preventiva aunque la amenaza no fuera inminente.
En Asia, en estos veinticinco años, se ha gestado el acontecimiento económico de nuestra era: el ascenso de China e India, las dos superpotencias demográficas. En Oriente Medio, el triunfo de la revolución teocrática de Jomeini, así como el enconamiento del conflicto palestino-israelí, ha dado paso al resurgir del islam político y del terrorismo apocalíptico. La globalización se ha acelerado con decisivas innovaciones tecnológicas como internet y los ordenadores personales. Y las migraciones se han mundializado con las globalizaciones de la economía, del transporte y de la información, que han achicado el mundo.

El final de la bipolaridad
La década de 1980 fue decisiva. Los demócratas estadounidenses habían dominado las factorías de ideas durante medio siglo, desde los tiempos del presidente Franklin D. Roosevelt. Un factor determinante de la hegemonía estadounidense en el siglo XX fue su modelo económico, una combinación de producción masiva y consumo de masas, y una política exterior basada en lo que el liberalismo internacionalista denominó convergencia armónica, abogada de las instituciones multilaterales. Pero esta catedral ideológica comenzó a tambalearse en los años ochenta.
Un nuevo tipo de conservadurismo desplazó el liberalismo de la economía y la política estadounidenses. La situación comenzó a cambiar con el presidente Reagan, en cuyos mandatos surgió la primera generación de los think tanks (laboratorios de ideas) neoconservadores, que más tarde se convertirían en el fundamento de la política exterior de George W. Bush. El modelo rooseveltiano se resintió cuando Reagan inspiró otro capitalismo, el milenarista, según la definición de Walter Russell Mead, basado en el triunfo de la tecnología, la desregulación y el espíritu empresarial (Mead, 2004). Como afirma John Ehrman, autor de The Eighties: America in the Age of Reagan, los ochenta fueron una década perdida para el liberalismo demócrata.
Históricamente, la política exterior de Estados Unidos puede ser interpretada de tres maneras distintas, aunque a menudo han sido complementarias. La primera es aquella que ve a Estados Unidos como un actor moral; es decir, como un Estado que se mueve no en función de sus intereses nacionales, sino por principios. Esta fue la visión del presidente demócrata Woodrow Wilson. Una segunda interpretación prefiere ver a Estados Unidos como un país expansionista. Esta visión es la que prefiere Noam Chomsky. Y la tercera interpretación es la que pretende que Estados Unidos no sea ni un extraño campeón ético en un mundo de egoístas, ni un país con una avaricia superior a la media. Esta es la política exterior que los realistas querrían que diluyera el idealismo wilsoniano.
Reagan interpretó la política exterior estadounidense de las tres maneras. En su primer mandato actuó como un actor moral frente a la Unión Soviética, lo que justificó la multiplicación de los gastos de defensa e hizo de la Guerra Fría un conflicto caliente en economía y retórica, según la estrategia diseñada en la NSDD-32 (National Security Decisions Directive). En la periferia, Reagan tuvo debilidad por las cañoneras, desde el apoyo a los muyahidines que derrotaron a los soviéticos en Afganistán hasta el respaldo a la contra nicaragüense o a los rebeldes de Jonas Savimbi en Angola; desde la invasión de Grenada hasta el escándalo Irán-Contra, por el que Washington financió al movimiento antisandinista con la venta de armas al Irán de Jomeini. Y, finalmente, Reagan también se mostró realista con la firma de un tratado con los soviéticos para la eliminación de los misiles de alcance intermedio en Europa.
La combinación de estas tres visiones de la política exterior estadounidense desembocó en el hundimiento de la Unión Soviética. La interpretación ortodoxa, según mantienen Michael E. Salla y Ralph Summy, insiste en que “la capitulación de la Unión Soviética y la victoria de las fuerzas de la democracia y de la libertad se debieron a la superioridad militar y al dinamismo de sus ideas y de su sistema económico” (Salla, 1995).


HACIA UN MUNDO UNIPOLAR
La caída del Muro de Berlín y el fin del campo socialista han provocado una de las más grandes transformaciones históricas contemporáneas: el paso de un mundo bipolar a un mundo unipolar, bajo hegemonía imperial norteamericana. Veinte años atrás se cerraba el período en que el socialismo, a partir de la victoria de la revolución soviética, había pasado a ser alternativa real para sectores crecientes de la población mundial. Además, el triunfo en la guerra fría del bloque occidental ha generado otras consecuencias: .La victoria de la interpretación occidental sobre la Historia contemporánea: triunfo de la democracia liberal sobre el totalitarismo; El triunfo del modo de vida norteamericano sobre formas de vida alternativas; Las teorías del fin de la Historia, esto es, de que ya no habría nada que superara los marcos de la democracia liberal y la economía de mercado. El debilitamiento de la idea del socialismo, pero también del Estado, de las soluciones colectivas y de la misma política, sustituida por el mercado. Luego, el socialismo salió de la agenda contemporánea como alternativa concreta. Frente a los cambios radicalmente regresivos, China enrumbó en la dirección de una economía de mercado, mientras Cuba buscó defenderse con el período especial, para no retroceder.
Sin embargo, el paso del modelo regulador al modelo neoliberal promovió la hegemonía del capital financiero, que no logró estabilizar su dominación, porque no genera las bases sociales de su apoyo, dado su carácter especulativo. Las crisis regionales y nacionales se sucedieron en América latina las de México, Brasil y Argentina–, hasta desembocar en la crisis actual.
Veinte años después, el mundo, bajo hegemonía imperial norteamericana y del modelo neoliberal, no se presenta como un mundo estabilizado, todo lo contrario. Estados Unidos no logra hacer dos guerras a la vez, el modelo neoliberal se revela agotado. Sin embargo, no surge todavía en el horizonte otra superpotencia o bloque de países que puedan sustituir la hegemonía imperial norteamericana, ni tampoco un modelo que pueda sustituir al modelo neoliberal. En conclusión, podemos prever que entramos en un período más o menos largo de inestabilidad, en que una hegemonía se agota, pero otras tienen dificultades para afirmarse. Un período de turbulencias, hasta que se generen las condiciones de superación de la crisis hegemónica mundial.

La Perestroika ▶(en ruso Перестройка, "reestructuración") fue un proceso de reforma basado en la reestructuración de la economía puesto en marcha en la Unión Soviética por Mijaíl Gorbachov, con la ayuda del Primer Ministro de Japón, con el objetivo de reformar y preservar el sistema socialista, pues quería dar a la sociedad soviética un cierto espíritu de empresa e innovación. Este proceso, acompañado también de una cierta democratización de la vida política, trajo varias consecuencias a nivel económico y social que provocaron el fin de la era de Gorbachov y el colapso y desintegración de la URSS.



La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (abreviado: URSS; en ruso: Союз Советских Социалистических Республик, СССР, tr.: Soyuz Sovétskij Sotsialistícheskij Respublik, SSSR), o Unión Soviética (Советский Союз, Sovetski Soyuz),4 fue una confederación constitucional de estados socialistas, basada en la ideología comunista, que existió en Eurasia a partir de 1922, hasta su disolución en 1991.
La URSS nació como una unión de cuatro repúblicas socialistas soviéticas, formadas dentro del territorio del Imperio ruso abolido por la Revolución rusa de 1917, y creció a 15 "repúblicas de la unión" hacia 1956: RSS de Armenia, RSS de Azerbaiyán, RSS de Bielorrusia, RSS de Estonia, RSS de Georgia, RSS de Kazajstán, RSS de Kirguistán, RSS de Letonia, RSS de Lituania, RSS de Moldavia, RSFS de Rusia, RSS de Tayikistán, RSS de Turkmenistán, RSS de Ucrania y la RSS de Uzbekistán.

DESINTEGRACION DE LA URSS
La URSS después de la Perestroika:
La Perestroika es una reforma basada en la reestructuración de la economía llevada a cabo en la URSS a finales de la década de 1980. Cuando en 1985 el reformista Mijaíl Gorbachov fue elegido secretario general y se convirtió en el máximo dirigente soviético, esta política ya estaba diseñada, pero fue en el Comité Central del PCUS de abril de 1985, cuando se decidió ponerla en práctica de inmediato para sacar al país de la grave crisis económica e impulsar el desarrollo, pues estaba sumido en la corrupción y el atraso.
La perestroika instaurada en la URSS por Mijail Gorbachov prometía grandes cosas para los ciudadanos, pero los dirigentes de entonces optaron por subir los sueldos a diversas categorías de ocupados. Esta decisión provocó la escasez y la necesidad de subvención, lo que empeoró su situación y la del tesoro público. El elemento más destructivo fue la Ley de Empresa, pues anulaba todo control sobre los recursos, de modo que se redujo la inversión. La desmembración de la URSS en pequeñas repúblicas, la creación de bancos propios y la concesión de créditos ilimitados provocaron inflación y la escasez total, el interés por el dinero llegó a ser mínimo.
Ha aumentado la diferenciación de la población en el nivel de ingresos “per cápita” de forma vertiginosa; así, al 20% de la población más rica le corresponde el 50% de los ingresos monetarios.
Han surgido grandes desproporciones en la remuneración de los salarios por ramas de la economía, debido a la falta de competencia entre las empresas: las que han logrado monopolizar los mercados de venta pagan salarios mucho mayores que el resto.
También han aumentado las diferencias entre las regiones, las de situación más ventajosa han sido las de una mayor especialización productiva.
La distinción del nivel de consumo no es tan grande como la de ingresos nominales ya que en las zonas centrales de Rusia los precios de los productos básicos son menores que en las más meridionales o Siberia. Por otro lado, la estructura de los ingresos ha variado para la mayor parte de la población, para el 100% de la población la fuente de ingresos es el salario, 20% la pensión y 5% negocios propios. Para la población asalariada la situación es la peor, debido a la falta de incorporación de la fuerte inflación al salario, el resto de trabajadores tiene una situación más favorable; aun así, la gente se ve obligada a buscar fuentes complementarias de ingresos.
En el campo del consumo, la estructura ha empeorado en estos últimos dos años, la parte destinada a alimentos es del 50% reduciendo el resto de consumos de productos no comestibles y de servicios.
Los cuatro elementos del viejo sistema soviético eran la jerarquía de los soviets, el federalismo étnico, el socialismo estatal, y el dominio del Partido Comunista. Los programas de Gorbachov de perestroika y glasnost produjeron efectos radicales imprevistos que rebajaron aquel sistema.
Como un medio de reanimar el Estado soviético, Gorbachov repetidamente intentaba construir una coalición de líderes políticos soportantes de la reforma y creó nuevas arenas y bases del poder. Él puso en práctica estas medidas porque él quiso resolver problemas económicos serios y apatía política que claramente amenazó con poner la Unión Soviética en un estado de estancamiento a largo plazo.
Pero usando reformas estructurales para ensanchar oportunidades de líderes y movimientos populares en las repúblicas de la unión para ganar influencia, Gorbachev también lo hizo posible para las fuerzas nacionalistas, comunistas ortodoxos, y populistas para oponerse a sus tentativas de liberalizar y revivificar el comunismo soviético. Aunque algunos nuevos movimientos aspiraran a sustituir el sistema soviético totalmente por un democrático liberal, los otros exigieron la independencia por las repúblicas nacionales. Todavía los otros insistieron en la restauración de los viejos caminos soviéticos. Por último, Gorbachov no pudo forjar un compromiso entre estas fuerzas y la consecuencia fue el colapso de la Unión Soviética. 

CAIDA DEL MURO DE BERLÍN:
El muro se extendía a lo largo de 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA.(República Democrática Alemana) Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.
El 9 de Noviembre de 1989 es una fecha que ha quedado grabada en la historia. Ese día se anunció oficialmente, en conferencia de prensa, que a partir de la medianoche los alemanes del este podrían cruzar cualquiera de las fronteras de Alemania Democrática (RDA), incluido el Muro de Berlín, sin necesidad de contar con permisos especiales. De inmediato se corrió la voz en ambas partes de la ciudad dividida y mucho antes de la medianoche miles de expectantes berlineses se habían congregado a ambos lados del muro. En el momento esperado, los berlineses del Este, a pie o en automóvil, comenzaron a pasar sin mayor dificultad por el puesto de control. Abundaron las escenas llenas de emoción: abrazos de familiares y amigos que habían estado separados por mucho tiempo, crisis de llanto, rostros que reflejaban incredulidad, brindis con Champaña o cerveza, regalos de bienvenida a los visitantes, flores en los parabrisas de los autos que cruzaban la frontera y en los rifles de los soldados que custodiaban los puestos de vigilancia. A esta primera reacción seguirían otras de carácter político y económico.
Muchos de los visitantes se dirigieron a los barrios elegantes de Berlín Occidental para celebrar su recién adquirida libertad, mientras que miles de berlineses prefirieron escalar el muro y, en muchos casos, armados de cuerdas, picos y cinceles, comenzaron a hacer realidad su sueño de muchos años, el derrumbamiento del muro de Berlín

El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves, 9 de noviembre de 1989, al viernes, 10 de noviembre de 1989, 28 años más tarde de su construcción. La apertura del muro, conocida en Alemania con el nombre de die Wende (el Cambio), fue consecuencia de las exigencias de libertad de circulación en la ex-RDA y las evasiones constantes hacia las embajadas de capitales de países del Pacto de Praga y Varsovia y por la frontera entre Hungría y Austria, que impuso menos restricciones desde el 23 de agosto. En septiembre, más de 13.000 alemanes orientales emigraron hacia Hungría. Hacia el final de 1989 comenzaron manifestaciones masivas en contra del gobierno de la Alemania Oriental. El líder de la RDA, Erich Honecker, renunció el 18 de octubre de 1989, siendo reemplazado por Egon Krenz pocos días más tarde.
La caída del Muro de Berlín fue el resultado de una imparable revolución popular que se anidó durante más de cuarenta años, y que conoció sucesivos estallidos debido a la inviabilidad del régimen stalinista de la Alemania oriental, y de los regímenes stalinistas en general, principalmente el ruso. Se inscribió en la ola de levantamientos que inició la clase obrera polaca en 1980, una ola que puso al desnudo la negativa de la clase obrera a soportar la carga de la 'coexistencia pacífica' y de la 'distensión' entre el imperialismo mundial y la burocracia stalinista, que se traducía en pesadas deudas externas y descomunales 'ajustes' económicos. Por eso, aunque las grandes potencias de los dos bloques ya habían tomado la decisión de enfrentar a los pueblos del este, no mediante la represión sino mediante el 'desvío democrático', el derrumbamiento del Muro por una revolución popular fue un episodio de la revolución europea, que quebró "el artificio montado (por el imperialismo mundial y la burocracia soviética) para dividir al proletariado más fuerte de Europa" ; la caída del Muro puso sobre el tapete "la descomposición conjunta del imperialismo y de los regímenes burocráticos y el completo agotamiento de las relaciones políticas establecidas entre ellos a partir de la posguerra".
La movilización que acabó con el Muro fue tempranamente estrangulada por la pequeña burguesía democratizante, el sector 'perestroiko' de la vieja camarilla stalinista y el imperialismo, mediante recursos principalmente políticos, fundamentalmente el pasaje abierto de la burocracia al capitalismo y de la pequeña burguesía a la democracia imperialista. Esto explica que el derrumbamiento del Muro se convirtiera, al cabo de un proceso político muy claro, en la anexión forzada del sector oriental a la Alemania capitalista, y que el episodio revolucionario quedara limitado a "una semi-revolución, lo cual hasta cierto punto o relativamente significa que fue una contrarrevolución" (3). "Hasta cierto punto", porque aunque el contenido social de la anexión política del sector oriental es contrarrevolucionario, las masas alemanas recuperaban un protagonismo político que el imperialismo y el stalinismo les habían destruido desde el ascenso del nazismo.

FIN DE LA GUERRA FRIA:
Se denomina Guerra Fría al enfrentamiento ideológico que tuvo lugar durante el siglo XX, desde 1945 (fin de la Segunda Guerra Mundial) hasta el fin de la URSS y la caída del comunismo que se dio entre 1989 (Caída del Muro de Berlín) y 1991 (golpe de estado en la URSS), entre los bloques occidental-capitalista, liderado por Estados Unidos, y oriental-comunista, liderado por la Unión Soviética. Este enfrentamiento tuvo lugar a los niveles político, ideológico, económico, tecnológico, militar e informativo. Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto "guerra fría". Estas dos potencias se limitaron el pico actual como "ejes" influyentes de poder en el contexto internacional, y a la cooperación económica y militar con los países aliados o satélites de uno de los bloques contra los del otro. Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos comprometidos, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias deseaban implantar su modelo de gobierno en todo el planeta. Los límites temporales del enfrentamiento se ubican entre 1945 y 1947 (fin de la Segunda Guerra Mundial y fin de la posguerra respectivamente) hasta 1985 (inicio de la Perestroika) y 1991 (disolución de la Unión Soviética).
Las revoluciones de 1989 en la Europa oriental habían supuesto un acontecimiento histórico de múltiple resonancia. Por un lado, constituyeron el derrumbe de los sistemas comunistas construidos tras 1945, por otro, significaron la pérdida de la zona de influencia que la URSS había construido tras su victoria contra el nazismo y que muchos no dudaban en denominar "imperio soviético".
La guerra fría, el enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, va a terminar de una forma que nadie se hubiera atrevido a pronosticar unos años antes, por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes. El fin de la guerra fría y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo.
Con la disolución de la URSS y la desaparición del bloque socialista, estos países comenzaron a abrirse al comercio con Europa y con el resto del mundo.

La caída del muro de Berlín representa el final de la Guerra Fría. Aunque esto no significa el final de todos los conflictos, tales como el destino de los arsenales soviéticos, el peligro de la China comunista, la amenaza de Corea del Norte y la intensificación del bloqueo a Cuba.
El fin de la Guerra Fría, junto con la disolución de la Unión Soviética, terminó con el mundo bipolar y erigió a los Estados Unidos como potencia hegemónica.


EL NUEVO ORDEN MUNDIAL Y EL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN:
El Nuevo Orden Mundial es un plan diseñado con el fin de imponer un gobierno único - colectivista, burocrático y controlado por sectores elitistas y plutocráticos, etc.,  a nivel mundial. Tanto los sucesos que son percibidos como significantes o inimicos como los grupos que los causan están bajo el control de un grupo central todo poderoso, un contubernio- grupo pequeño, secretico y de gran poder - con objetivos malevolentes para la gran mayoría de la población.
De acuerdo a los teóricos de las conspiraciones, el Nuevo Orden Mundial o Illuminati, es un grupo que ha estado manipulando los acontecimientos mundiales hace cientos de años.
El Illunminati bávaro fue fundado por Adam Weisshaupt en 1776, con el propósito de dominar el mundo. Los teóricos actuales podrían hacernos creer que el Nuevo Orden Mundial está conformado por líderes mundiales, fuguras religiosas, magnates, financistas y celebridades de todos los rincones del globo.
Aparentemente, el propósito del Orden incluye unir al mundo bajo un solo gobierno, reducir la población a dos tercios y reducir la tecnología industrial para disminuir la contaminación.
Sin embargo, los escépticos podrían sostener que el Nuevo Orden Mundial no es una posibilidad; porque cada gobierno tiene sus propios intereses en el corazón, y son demasiado egoístas como para organizar un único grupo que controle a todas las naciones.

El proceso de la globalización.
Desde el punto de vista económico, la globalización es un proceso de integración de los mercados a escala mundial. Para ello, ha sido indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica de libre comercio, con el fin de reproducir el capital. Este proceso, ha implicado la creciente interconexión de los mercados de todo el mundo. De ese modo, los eventos, crisis del sistema económico cada vez afectan con mayor velocidad y fuerza a todos los países del mundo.
En el campo social, implica la reducción de las distancias entre todos los países. Juega un papel primordial el desarrollo de las comunicaciones, ejemplo de ello es el uso de Internet.
Ese proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por los Estados Unidos, pero esta hegemonía se enfrenta hoy a bloques como la Unión Europea, y otros bloques en Asia, América Latina y África.

Causas y ventajas.
1. La importancia de las multinacionales. Las empresas requieren el apoyo de sus Estados para el financiamiento de la infraestructura científica y tecnológica, los incentivos fiscales, un acceso privilegiado a los mercados públicos, y protección en las negociaciones comerciales. Simultáneamente la misma legitimidad política del Estado depende de su capacidad para atraer a los capitales financieros y las empresas innovadoras y creadoras de empleo.
2. La revolución tecnológica en los procesos productivos, la información, las telecomunicaciones y el transporte. El "toyotismo" o sistema de producción flexible permite combinar las ventajas de la producción artesanal (calidad de producto) con aquellas de la producción de masa (velocidad y bajos costos unitarios). El modelo se basa más en la organización (trabajo y producción) que en la capacidad técnica.
3. El predominio de la esfera financiera. Un reducido número de operadores controla las transacciones sobre el conjunto de mercados mundiales interconectados por un sistema que permite ejecutar órdenes de compra y venta en tiempo real.

Conflictos regionales: Invasiones
La guerra del Golfo Pérsico, o también llamada “Operación tormenta del desierto fue una importante batalla militar disputada entre Iraq y una coalición militar de varios países, que surge a partir de un conflicto entre Iraq y Kuwait. La guerra se inició el día 2 de agosto de 1990 y finalizó el 27 de febrero de 1991. La motivación de este ataque encuentra su origen en una millonaria deuda que el gobierno de Kuwait mantenía con el de Iraq. Se trataba de una enorme suma de dinero, de aproximadamente 65 billones de dólares, que el gobierno iraquí había prestado a Kuwait a fin de poder mantener su conflicto bélico con el país de Irán. El otro motivo se encuentra en que la enorme riqueza del pueblo kuwaití podría transformarse en una importante fuente de alivio para los problemas económicos de Sadam Hussein. Por otra parte, un motivo muy importante de la invasión iraquí guarda relación con los tremendos volúmenes de producción de petróleo en Kuwait y la extracción del oro negro, por parte de este mismo país, en una zona de constante disputa territorial, Rumaila.
La Guerra se inicia en el momento en que la guardia republicana de Iraq invade Kuwait, con tres divisiones, a eso de las 2 de la madrugada del 2 de agosto de 1990. Iraq entra a tierras kuwaitíes con más de 100.000 hombres armados, y en un ataque que duró alrededor de 3 horas, y en el que no encontraron una resistencia mayor, lograron la huída del emir y su gobierno, quienes debieron encontrar refugio en Arabia Saudí.
El repudio internacional no se hizo esperar, y comenzaron las gestiones diplomáticas en el mundo para revertir la situación, lideradas por los Estados Unidos..
Tiempo después, el día 16 de enero de 1991, una coalición de fuerzas militares internacionales, que incluía fuerzas de varios estados árabes, así como también de Gran Bretaña, Francia, Italia, Estados Unidos, Arabia Saudita y Kuwait, comenzaron con los ataques, primero por aire y luego por tierra, para intentar retirar las tropas iraquíes de Kuwait, todo al mando del general norteamericano Norman Schwarzkopf. Ante estos ataques Irak respondió con una fuerte ofensiva que contaba con armamento de última generación.
Entre el 24 y 27 de febrero de 1991, tras fuertes ataques ofensivos a Iraq, fue recuperada la capital de Kuwait, obligando a Iraq a emprender la retirada. El día 27 de febrero fue anunciado el término de la guerra entre los países aliados e Iraq, anuncio hecho por el presidente estadounidense George H. Bush.
Luego de la guerra, las fuerzas aliadas, comandadas por Estados Unidos, e Iraq, sufrieron una gran estancamiento. Sadam Hussein fue expulsado de Kuwait dejando atrás un país destruido y con numerosos pozos petrolíferos ardiendo en incendios que tardaron meses en extinguirse. Además se firmó un tratado de paz que obligaba a Iraq a destruir toda arma de destrucción masiva con la que contaran, ya fuera química o biológica. Las Naciones Unidas decidieron enviar inspectores periódicamente para revisar si tal destrucción se había cumplido o no. Por último, debido a un embargo, Iraq quedaba impedido de realizar transacciones de compra o venta de petróleo o armas con los mercados internacionales hasta que las Naciones Unidas decidieran que se habían llevado a cabo todos los requerimientos del tratado de paz.

La Ocupación soviética de Afganistán, también conocida como Guerra Afgano-Soviética, fue un conflicto armado de nueve años de duración que implicó al Ejército Rojo, juntamente y en apoyo al gobierno pro soviético del Partido Democrático Popular de Afganistán (PDPA) contra los fundamentalistas islámicos insurrectos, autodenominados muyahidines. Estos últimos encontraron ayuda de una gran variedad de fuentes, incluyendo los Estados Unidos, Arabia Saudita, Pakistán y otras naciones musulmanas, en el contexto de la Guerra Fría. Este conflicto fue simultáneo a la Revolución iraní de 1979 y a la Guerra Irán-Iraq.

La Guerra Afgano-Soviética se recuerda como el Vietnam de la URSS por su alto coste en vidas y económico; y por lo estéril de los resultados, teniendo como única consecuencia la aún mayor desestabilización de la situación política de la Unión Soviética en un momento en la cual estaba próxima su desintegración
El 27 de abril de 1978 se produce una revolución comunista que derroca a Daud Khan, y Nur Mohammad Taraki fue elegido presidente del Consejo Revolucionario, primer ministro y secretario general del PDPA (Partido Democrático Popular de Afganistán), con lo que asumía en su persona, el poder absoluto. Para legitimar su régimen y siguiendo el ejemplo soviético, comenzó entonces un culto a la personalidad de Taraki que se convirtió en el "gran líder" y en el "maestro y gran guía" del movimiento comunista afgano.
Si bien el partido estaba amenazado por el fraccionamiento interno, los líderes buscaron diversos métodos para tratar de reducir a la oposición, ya sea enviándolos como embajadores a países lejanos o mediante el asesinato.
Tras el golpe, Taraki anunció una serie de medidas que ponían en claro el carácter pro-soviético de las autoridades: una fuerte censura y represión, a la vez que prometían la reforma agraria, y la abolición de la usura junto a los clásicos decretos administrativos de los regímenes marxistas-leninistas. Sin embargo, cada vez eran más los sectores que se le oponían. Unos, como Ahmed Shah Massoud que estaba al frente de la resistencia clandestina desde el golpe de estado del príncipe Daud. Otros, en oposición al programa de reformas, que era visto como una amenaza para los modelos culturales afganos básicos. Y finalmente otros, por el contrario, debido al incumplimiento de las promesas del gobierno golpista.
El clima de represión política fue el inicio para una guerra civil cuando grandes segmentos de la población se opusieron al régimen de Taraki. Sin embargo las manifestaciones violentas de la oposición no ocurrieron sino hasta el verano de 1978 en la ciudad de Nurestán. Otras revueltas -mayoritariamente sin coordinación entre sí- comenzaron a sucederse a lo largo del país, además de periódicos atentados terroristas. Para fines de la década de 1970, el país estaba sumido en el caos: grupos rebeldes se enfrentaban al ejército oficial, atentados de todo tipo se producían con frecuencia en Kabul y otras ciudades importantes y gran parte de la población vivía en la miseria.
La invasión soviética de Afganistán en 1979 en plena guerra fría llevó a EE.UU., junto con sus regímenes musulmanes aliados, a crear, organizar y financiar una guerrilla islamista, en ferviente oposición ideológica con el comunismo, que luche contra los soviéticos. Reclutados en todo el mundo árabe y musulmán, y adoctrinados por Arabia Saudta en torno a una concepción islámica radical de la ‘guerra santa’, los combatientes islámicos en Afganistán, entre los que se contó Osama Bin Laden, van a ser los aliados de EE.UU. en esa guerra contra la URSS.
Pero esa experiencia va a ser el germen de la radicalización de esos veteranos de la guerra de Afganistán que, adoctrinados en un Islam rigorista e intransigente, vivirán la exaltación de la victoria del Islam sobre el comunismo y la experiencia del triunfo a través del combate. Cuando vuelvan a sus respectivos países van a rechazar la moderación de las grandes organizaciones islamistas, donde podrían integrarse, y van a nutrir las ramas radicales y violentas. La evolución del orden internacional desde el fin de la bipolaridad va a traer consigo importantes cambios en el Próximo Oriente que van a fomentar la frustración y el desamparo de las poblaciones de esta región, a la vez que se va a acrecentar la intervención e influencia exteriores; lo cual no sólo va a ser el siguiente caldo de cultivo del extremismo de esos grupos radicales, sino que también va a desplazar su atención hacia Occidente y EE.UU. de manera particular.
Desde la guerra del Golfo, muchos regímenes árabes despóticos cuentan sobre todo con el apoyo occidental para su supervivencia, mientras desprecian cualquier idea de democracia y respeto de los derechos humanos y depredan la economía de sus países, sometiendo a sus poblaciones a una situación socio-económica muchas veces intolerable. Además, se prolonga un embargo genocida contra el pueblo iraquí porque su dictatorial régimen no cumple las resoluciones de la ONU (lo que está dando a Saddam Husein una gran impunidad, a la vez que se ha convertido en Estado paría a un país clave de la región). En tanto, los palestinos no consiguen la más mínima presión para que se aplique el derecho internacional y se ponga fin a la ocupación militar y colonialista que padecen. Y la situación de extremo sufrimiento de la población palestina a la que se está llegando en los últimos meses ante la pasividad estadounidense, occidental en general y árabe, tiene unas enormes implicaciones en el sentir del mundo musulmán.
A esto se podría añadir la tendencia a mantener en el aislamiento y bajo la sospecha a Irán en vez de apoyar a los reformistas y sus esfuerzos por liberalizar su sistema político, cuya influencia para la estabilización de la zona sería clave; el repugnante régimen talibán logra día a día sobrevivir entre otras razones porque prevalece su alianza estratégica con Pakistán y Arabia Saudita, que son a su vez dos piezas de la estrategia norteamericana en la zona.
Es decir, la política en el Próximo Oriente se pudre día a día y crece el sentimiento de desamparo, terrible injusticia y frustración en sus poblaciones. Pero junto a ello, se retroalimentan también esos grupos minoritarios pero muy extremistas que conciben su lucha contra quien identifican como su enemigo a través de un repugnante e inadmisible recurso al terrorismo. Queda por ver definitivamente quién está detrás de la espantosa acción terrorista que ha tenido lugar el 11 de septiembre en EE.UU., pero de todas formas es necesario poner los medios para dar fin al veneno de los movimientos extremistas en el mundo musulmán.
Para ello, el antídoto es modificar la situación en esta parte del mundo y el papel que EE.UU. y el mundo occidental desempeñan en él, empezando por resolver la situación de los palestinos, apoyando la democratización y el respeto de los derechos humanos, y rehabilitando la condición cultural y civilizadora de la dimensión musulmana e islámica, que tienen estas poblaciones, en lugar de estigmatizarlas globalmente como incompatibles con el mundo occidental.

MAPA ANTES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

MAPA  DE EUROPA DESPUES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


 
 


1 comentario:

  1. Definitivamente este es mi tema favorito, por que te habla de toda la historia universal y son temas que la verdad me interesan mucho por que tienen ideas muy interesantes que me llaman mucho la tensión. Fer López

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